martes, junio 09, 2015

Cómo nos sentimos hoy?

La ropa que escogemos cada mañana frente al armario refleja nuestro estado de ánimo (y, a la vez, influye en él). De hecho, el bienestar o malestar anímico se pueden modificar cambiando de atuendo, un estudio demuestra el poder psicológico de la ropa y cómo una elección correcta puede afectar a nuestros niveles de felicidad.
Usar una prenda en repetidas ocasiones, o que un color específico predomine en un armario no es situación casual, por el contrario es producto de unas emociones, deseos y necesidades físicas y materiales. Evaluar la personalidad de acuerdo a los colores con los que vestimos puede ser algo sencillo.
Elegir la ropa que usamos y los colores que más frecuentamos es una señal de nuestra personalidad, de nuestras aspiraciones, cualidades y debilidades.
Según expertos en teoría del color y cromo terapia, los colores que usamos en la ropa interior y exterior, y los que usamos para decorar espacios como la casa y la oficina, hablan de nuestra personalidad, nuestros deseos, y nuestros estados de ánimo.
La ropa interior, es lo que más cerca tenemos de la piel y por lo tanto simboliza la protección a los cambios emocionales y sensoriales.
Incluso, y aunque parezca una idea traída de los cabellos, hay quienes no gustan de usar ropa interior, en un intento por liberar el cuerpo y la mente de las imposiciones convencionales y las culturas dominantes.
Cuando una persona usa constantemente el color blanco, es posible que sea conformista, que tenga unas creencias muy arraigadas, probablemente inculcadas en la niñez y que lo obligan a mantenerse anclado a tiempos pasados. Sin embargo, también es señal de que se trata de un sujeto o ‘sujeta’ de confianza.
Quienes se deciden a usar el color rosado también son personas conservadoras, sin embargo, están dispuestas a probar nuevas cosas si es para mejorar. Quienes lo hacen de forma ocasional están en busca de una relación sentimental estable.
El anaranjado tampoco es un color que produzca muchas vibraciones, sin embargo, define a las personas que tienden a la vehemencia, que si bien piensan y ejecutan, pueden dejar que el corazón domine a la razón.
El azul es un color muy popular en la ropa interior, sobre todo en la femenina, y lo usan quienes quieren protegerse de los inconvenientes cotidianos sin dejar de vivir plenamente sus emociones. Condición muy similar a quienes usan el color púrpura o morado, pues antes que los éxitos materiales, la prioridad está concentrada en la satisfacción interior.

Muchas veces la elección del color en la ropa que usamos no tiene qué ver con un propósito curativo ni con el estado consciente de los problemas de salud o emocionales, sin embargo, si da cuenta de quiénes somos y cómo nos sentimos.