Cómo nos sentimos hoy?

Usar una prenda en repetidas ocasiones, o que un color específico
predomine en un armario no es situación casual, por el contrario es producto de
unas emociones, deseos y necesidades físicas y materiales. Evaluar la personalidad
de acuerdo a los colores con los que vestimos puede ser algo sencillo.
Elegir la ropa que usamos y los colores que más frecuentamos es una
señal de nuestra personalidad, de nuestras aspiraciones, cualidades y
debilidades.
Según expertos en teoría del color y cromo terapia, los colores que
usamos en la ropa interior y exterior, y los que usamos para decorar espacios
como la casa y la oficina, hablan de nuestra personalidad, nuestros deseos, y
nuestros estados de ánimo.
La ropa interior, es lo que más cerca tenemos de la piel y por lo tanto
simboliza la protección a los cambios emocionales y sensoriales.
Incluso, y aunque parezca una idea traída de los cabellos, hay quienes
no gustan de usar ropa interior, en un intento por liberar el cuerpo y la mente
de las imposiciones convencionales y las culturas dominantes.
Cuando una persona usa constantemente el color blanco, es posible que
sea conformista, que tenga unas creencias muy arraigadas, probablemente
inculcadas en la niñez y que lo obligan a mantenerse anclado a tiempos pasados.
Sin embargo, también es señal de que se trata de un sujeto o ‘sujeta’ de confianza.
Quienes se deciden a usar el color rosado también son personas
conservadoras, sin embargo, están dispuestas a probar nuevas cosas si es para
mejorar. Quienes lo hacen de forma ocasional están en busca de una relación
sentimental estable.
El anaranjado tampoco es un color que produzca muchas vibraciones, sin
embargo, define a las personas que tienden a la vehemencia, que si bien piensan
y ejecutan, pueden dejar que el corazón domine a la razón.
El azul es un color muy popular en la ropa interior, sobre todo en la
femenina, y lo usan quienes quieren protegerse de los inconvenientes cotidianos
sin dejar de vivir plenamente sus emociones. Condición muy similar a quienes
usan el color púrpura o morado, pues antes que los éxitos materiales, la prioridad
está concentrada en la satisfacción interior.